lunes, 22 de octubre de 2012

Arquímedes

Arquímedes pensativo


Arquímedes nació en el año 287 a.C. en Siracusa, en la costa occidental de Sicilia. En su juventud se trasladó a Alejandría (Egipto), centro cultural de la antigua Grecia. En esta ciudad coincidió con célebres hombres de ciencia como Euclides. Consagró su vida a la investigación en los campos de la matemática y la física.
La investigación de Arquímedes en el ámbito de las matemáticas se centró sobre todo en la geometría y la aritmética y en lo que hoy se conoce como cálculo integral. Estudió sobre áreas y volúmenes de figuras sólidas curvadas y sobre áreas de figuras planas; y entre otras cuestiones ideó el espiral Arquímedes, cuyo radio vector es proporcional al ángulo.
En física se lo conoce por las aportaciones que hizo respecto del equilibrio de los cuerpos y, sobre todo, por el descubrimiento de la ley de la hidrostática, el llamado principio de Arquímedes. Éste establece que todo cuerpo sumergido en un fluido experimenta una pérdida de peso igual al peso del volumen del fluido que desaloja. Se dice que este hallazgo lo hizo mientras se bañaba, al comprobar cómo el agua se desplazaba y se desbordaba. Con estas revelaciones se anticipó a muchos de los descubrimientos de la ciencia moderna.
Entre sus inventos se citan la rueda dentada, el tornillo sin fin, aunque también experimentó la palanca e inventó la polea compuesta. éstos luego se convirtieron en instrumentación militar y civil.
Arquímedes, que pasó la mayor parte de su vida en Siracusa -dedicado a la investigación y a los experimentos- ayudó a su ciudad durante la invasión de los romanos, suministrándole a las autoridades muchos de sus instrumentos mecánicos. Se le atribuye, entre la maquinaria de guerra, la invención de la catapulta y un sistema de espejos cóncavos que incendiaba las embarcaciones enemigas al enfocarlas con los rayos del sol, aunque esto último puede ser legendario.
En el año 212 a.C. Siracusa fue finalmente invadida por las tropas romanas, y Arquímedes fue muerto atravesado por la lanza de un soldado, en su propia casa. El rey Marcelo, que admiraba al sabio y que había ordenado que su vida fuera respetada, hizo establecer un monumento funerario en su honor. En él aparecía una esfera inscrita en un cilindro, tal y como Arquímedes había deseado.
Respecto de sus obras todavía subsisten muchas de ellas, como: "Tratado de los cuerpos flotantes", "El arenario", "Sobre la esfera y el cilindro", "Sobre la medida del círculo", "Conoides y esferoides", "Sobre las hélices", "Equilibrio de los planos", "Sobre la cuadratura de la parábola", "Equilibrio de los cuerpos flotantes" y "Método respecto a los teoremas mecánicos", descubierto en el siglo XIX.